martes, 8 de enero de 2013

 

 

 

 PERSEO Y LA CABEZA DE MEDUSA

Un rey, tenía varios adivinos en su reino. Una vez quiso saber cuándo moriría y cómo; y descubrió que sería asesinado por su nieto. Para burlarse del destino, decidió no tener nietos, y encerró a su hija única en una torre con una sirvienta. Zeus no pudo evitar enamorarse de ella e intentó fecundarla de cualquier manera. Se convirtió en nube y con la lluvia la dejó embarazada. Ella, cuando nació el bebe al que llamó Perseo, decidió escapar para que no mataran a su hijo. Huyó en una barca hasta llegar a una isla donde su rey le recibió muy bien. Mientras que éste crecía, el rey cada vez tenía más ganas de casarse con ella, pero Perseo lo impedía, y por ese motivo el rey quería librarse de él cuanto antes. La ocasión se le presentó en su cumpleaños, porque Perseo le preguntó por el regalo que quería. Éste respondió que la cabeza de Medusa que es una Gorgona con la cabeza de serpientes que mata a todo el que la mira a los ojos. Perseo no sabía donde vivía y fue a visitar a tres brujas de un solo ojo y  diente. Mientras se turnaban el ojo, éste lo cogió y no se lo devolvía hasta que le dijesen  donde estaba Medusa. Después de que se lo dijeran se puso en camino en el cual los dioses le dieron regalos: un escudo tan pulido que parecía un espejo, un casco que le hacía invisible, unos zapatos que le daban velocidad y una bolsa. Al llegar anduvo de espaldas fijándose en el escudo para no mirar a la Gorgona directamente a los ojos. En cuanto se acercó sacó la espada y le cortó la cabeza, la guardó en la bolsa y se fue muy rápidamente. Al regresar tan rápido, el rey dijo que no había tenido valor para hacerlo. Perseo dijo que todo el que confiara en él que se diera la vuelta. Nada más hacerlo, sacó la cabeza de Medusa y los que estaban de frente se quedaron de piedra, entre ellos el rey. Más tarde, descubrió que había uno juegos en una isla de al lado. Fue, cogió la entrada de participación y, cuando llegó su turno, lanzó el disco en la prueba y vio como se desviaba e iba directamente hacia el rey, provocando su muerte instantánea… que era su abuelo. Así se cumplió la predicción.

                                  

El rapto de Perséfone



 

 

 

 

Perséfone era una joven, que un día recogiendo flores con sus amigas, fue raptada por Hades, el dios del infierno, que se la llevó porque estaba enamorado de ella.

 

Esta no paraba de llorar, al igual que su madre, la diosa de la tierra que dejó de cuidar la naturaleza y  todo se secó, llegando así una mala estación.

 

 

 

 

El dios no quería casarse con ella a la fuerza, por eso la liberó. Perséfone iba a ir con su madre, cuando se dio la vuelta mirando a Hades y se enamoró de él. En ese momento no sabía a dónde ir, y consultó con Zeus, el cual decidió que se quedaría seis meses con cada uno, con su madre siendo niña coincidiendo con la primavera, y con Hades como su esposa siendo invierno.

Psique, Cupido y Venus


                                  Psique, Cupido y Venus

En este momento, Psique se entera de que su prometido es Cupido, el dios del amor, iba a matarle porque sus hermanas le engañaron diciéndole que era un monstruo.


Cupido eleva a Psique, después de que ésta, se hiriera en un dedo al tocar una punta de flecha.  Ella se enamoró inmediatamente y no quería dejarle marchar, pero él como tenía más fuerza se la llevó.



Psique  tenía que cumplir una misión complicada y  prefirió  sacrificarse tirándose desde un puente, pero es recogida por el Dios del Pan cuando la corriente la arrastró a la orilla.



                                                                              Eduardo Bada 1ºE

Atalanta e Hipómenes


                                                          

       Atalanta e Hipómenes    

               

Atalanta era apenas una niña cuando fue abandonada por sus padres, pero ésta no murió gracias a la ayuda de una osa que la cuidó hasta que  tuvo edad para casarse. Como no quería hacerlo,  ideó unas pruebas para sus pretendientes.  El que quisiera casarse con ella tendría que ganarla en una carrera, pero si por el contrario perdía, debía morir.

Ella era tan rápida como el viento y por eso siempre dejaba una ventaja a todo participante para tener una victoria más aplastante.

Un día llegó Hipómenes, el nieto de Zeus, el cual se enamoró de Atalanta nada más verla. Éste pidió ayuda a la diosa Venus para poder ganar la prueba  y ella le dio tres manzanas de oro. En la carrera Hipómenes, fue lanzando las manzanas para que Atalanta se entretuviera y poder ganar la carrera.

La última manzana intentó lanzarla lejos para sacar más ventaja, pero ella siguió corriendo. Venus hizo que fuera a por ella, perdiendo así la carrera viéndose  obligada a casarse con él.

A Hipómenes se le olvidó darle las gracias a Venus y ésta se quiso vengar de él, convirtiendo a aquella pareja en leones.

 

                                                                                                      EDUARDO BADA      1º E                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                         

Aquiles descubierto por Ulises





           

AQUILES DESCUBIERTO POR ULYSES
Aquiles fue hijo de un mortal, Peleo, y una diosa, Tetis. Queriendo protegerlo de males futuros, su madre lo sumergió en la Laguna Estigia, para que sus aguas lo hicieran invulnerable, sujeto por el talón, con lo que éste quedó sin protección. Tetis decidió esconderlo en la corte del rey Licomedes, en la isla de Skyros, para luchar así contra el oráculo que había vaticinado la muerte del héroe frente a Troya.

Aquiles permaneció disfrazado de mujer entre el séquito de las hijas del rey. Tuvo un romance secreto con una de ellas, Deidamia, del que nació su hijo Neoptólemo. Ulises, que era consciente de que sin la presencia de Aquiles no podría tomarse Troya, salió en su búsqueda. Llegó a la corte, disfrazado de mercader ambulante.
 Ulises hizo sonar una trompeta que la sacó entre las mercancías, Aquiles, que era un guerrero, se delató al empuñar su espada. Después zarpó hacia Troya, donde se enfrentó a su destino, ya que una flecha envenenada le hirió mortalmente en el talón, cumpliéndose la predicción.